Los proyectos de construcción son notoriamente complejos, con múltiples variables que pueden influir en el cronograma y en el presupuesto. Según estadísticas del sector, aproximadamente el 70% de los proyectos de construcción sufren algún tipo de retraso, mientras que los sobrecostes afectan a más del 80% de las obras. Esta realidad hace que el manejo efectivo de estos desafíos sea crucial para el éxito de obra.
En construcción, bien sea residencial o civil, unifamiliar o en altura, la gestión de recursos humanos y materiales, los problemas de planificación, los factores climáticos y los aspectos regulatorios y administrativos resumen las principales causas de los retrasos y sobrecoste.
En personalHOME te mostramos las estrategias que llevamos a cabo para minimizar riesgos y maximizar resultados:
Planificación integral y análisis de riesgos
Una planificación integral es el cimiento de cualquier proyecto exitoso. Esto implica crear un cronograma que se ajuste a la realidad pero que al mismo tiempo adaptable a imprevistos estableciendo márgenes temporales. Por otro lado, se debe definir claramente las etapas, los objetivos y responsables en cada una de ellas. También es importante considerar todos los factores que puedan afectar tanto al cumplimiento de la programación como de los costes: permisos, materiales, mano de obra, transporte, etc.
Comunicación efectiva y constante
Una comunicación fluida entre todas las partes interesadas es crucial para prevenir y resolver problemas. En personalHOME aconsejamos realizar reuniones periódicas con clientes, proveedores y equipo de trabajo. Para conseguir que sean efectivas han de ser cortas, no más de una hora, y concretas, con temas específicos a tratar. Es conveniente proporcionar a todas las partes informes de progreso regulares y abrir canales de comunicación eficientes.
Gestión proactiva de cambios
Los cambios son casi inevitables en los proyectos de construcción, pero deben gestionarse cuidadosamente, en tiempo y forma. En personalHOME establecemos un proceso de control, realizando una evaluación de impactos de cada uno de ellos y registrando todas las modificaciones aprobadas.
Monitoreo y control continuo
No basta con planificar; es fundamental monitorear constantemente el progreso y los gastos. Utilizamos herramientas de gestión de proyectos para rastrear la evolución de la obra y comparar con el cronograma planificado. Identificamos cualquier desviación temprana. Monitoreamos de cerca los gastos y los comparamos con el presupuesto. Y también nos aseguramos de que el trabajo se realiza con los estándares de calidad especificados.
Contratos sólidos y claros
Los contratos son la base legal de los proyectos y deben proteger a todas las partes. Para ello se debe incluir cláusulas de retrasos, definir bien responsabilidades y establecer un proceso de resolución de disputas de manera eficiente, como la mediación o el arbitraje.
Implementación de tecnología Las herramientas tecnológicas modernas pueden revolucionar la gestión en la construcción. El uso de software específico nos permite un seguimiento en tiempo real del avance y los costes. La metodología BIM (Building Information Modeling) facilita la coordinación entre disciplinas y reduce errores de diseño. Los drones y sensores IoT (el internet de las cosas) pueden proporcionar datos precisos sobre el progreso de la obra.