Una vez que ya tenemos el terreno y contamos con los recursos económicos para construir nuestra casa soñada, a la mayoría de las personas nos gusta saber cuándo vamos a poder celebrar la barbacoa de inauguración o a disfrutar de una velada tranquila en el porche con la familia.
Debemos distinguir distintas fases; una que dependerá de nosotros como promotores: otras de los técnicos y de la constructora; y un periodo temporal más difícil de prever, subordinado a la administración y a los trámites legales y burocráticos.
PRIMERA FASE: DISEÑEMOS NUESTRA CASA
En esta primera fase se puede invertir entre 3 o 6 meses en función del tipo de proyecto, la comunicación entre promotor y arquitecto, y la carga del trabajo del equipo técnico. Cuanto más claro lo tenga el promotor y menos vaivenes de definición del proyecto, más se acortará el tiempo invertido, fundamental habida cuenta que las licencias y el presupuesto están supeditados al proyecto.
SEGUNDA FASE: LICENCIAS, PERMISOS Y PRESUPUESTOS.
Entre que sabes lo qué quieres construir y se pone la primera piedra pueden a pasar entre 3, 6, 12 meses o lo que quiera el ayuntamiento responsable. Si bien existen áreas de urbanismo más inoperantes que otras, desde el año 2020, en la Comunidad Valenciana, está en vigor un decreto que agiliza estos trámites, a través la Entidades Colaboradoras Urbanísticas de la Generalitat Valenciana (ECUV) (más información). Este decreto ha permitido en muchos casos acortar estos plazos, pese a las trabas de algunos ayuntamientos aun reacios las ECUVs.
En paralelo a la solicitud de la licencia, se piden presupuestos de ejecución de obras a diferentes constructoras, presupuestos que pueden llegar a tardar entre 2 semanas y un mes, en función del proyecto.
TERCERA FASE: LA CONSTRUCCIÓN
Una vez que tenemos licencia y hemos elegido la constructora, viene la ejecución de las obras, que suelen durar entre 12 y 15 meses. La falta de precisión y comunicación con los proyectistas o los cambios en el proyecto, son las causas más habituales de dilatación en la construcción.
Esta fase, que a su vez se divide en diferentes etapas, muestra distintas velocidades.
Una primera, la de cimentación y estructura, más técnica; una segunda, de albañilería, tabiquería, cerramientos e instalaciones, donde parece que la obra se congela y no avance; y una tercera de acabados, que es la que más tropiezos temporales presenta por los cambios de criterio del promotor y por los meses ya acumulados.
CUARTA FASE: LEGALIZACIÓN DE LA OBRA
Cuando la constructora ha acabado, tiene lugar la entrega de llaves y se abre otro periodo incierto de varios meses en los que se puede ya vivir en esa casa pero dependemos de terceros, sobre todo de ayuntamientos y compañías de suministros, para abandonar ese estado de provisionalidad.
En primer lugar, la dirección facultativa tiene que visar final de obra, documento que el promotor tiene que presentar para contar con la cédula de habitabilidad y el contrato de luz, agua… etc.
El tiempo, después del aspecto económico es el factor que más preocupa a nuestros clientes.
La solución es confiar en empresas como personalHOME que ofrecemos el concepto “llave en mano”, para que el promotor no “lidie” solo con la burocracia y tenga un único interlocutor en todo el proceso. Así, la primera fase de diseño, podemos reducirla a un mes, bien por los modelos que ya existen, cuyos proyectos básicos y de ejecución ya están elaborados; bien por el servicio de arquitectura “ad hoc”.
De igual manera, somos capaces de optimizar el tiempo en el resto de fases debido a nuestra experiencia, que nos lleva a conocer los “entresijos” de la administración y a mantener una perfecta comunicación con la constructora, fruto de muchas obras ya entregadas.
Os invitamos a ver el video de la última obra, en el que se aprecia la construcción de dos personalHOME en La Font. Un proyecto que arranca con la firma del contrato el 28 de diciembre de 2020, continua con el inicio de obras, el 4 de febrero de 2021 y finaliza con la entrega de llaves, el 16 de marzo de 2022 (más información).
